Pontedeume ciudad

Pontedeume


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Puentedeume[2]​[3]​ (en gallego, y oficialmente, Pontedeume)[4]​ es un municipio y una villa española de la provincia de La Coruña, en la comunidad autónoma de Galicia, además de una parroquia de dicho municipio. Limita con los municipios de Miño, Cabañas, Capela, Villarmayor y Monfero, situándose entre las ciudades de La Coruña (38 km) y Ferrol (18 km) y cerca de Betanzos (26 km) y Puentes de García Rodríguez (31 km). Puentedeume villa fue fundada ex novo[5]​ por carta puebla de Alfonso X el Sabio en 1270 y es una de las pocas poblaciones gallegas que conserva su antiguo casco histórico. Sus calles y plazas conservan muchos elementos tradicionales como soportales, casas con balcones de madera y galerías acristaladas, fuentes públicas y una gran cantidad de edificios monumentales. Todo esto, unido a la riqueza paisajística y natural del contorno, dio lugar a que en 1971 la comarca del río Eume fuera declarada Conjunto histórico y paraje pintoresco.[6]​ Puentedeume es un importante destino turístico, en su territorio está una de las puertas de acceso y el centro de interpretación del parque natural de las Fragas del Eume. Por Puentedeume pasa el Camino de Santiago, el Camino Inglés. El emblema de la villa es el río Eume que cruza por la población y desemboca en el Océano Atlántico. En este punto se forma la ría, área en la que tienen lugar fuertes subidas y bajadas de marea. Las fiestas patronales en honor a Santiago se celebran en el mes de septiembre. El día 8 es la festividad de La Virgen de las Virtudes o del Soto y el día 10 es San Nicolás de Tolentino, patrona y copatrón de la villa, respectivamente. Puentedeume y su comarca estuvieron poblados desde muy antiguo. De la época prehistórica existen túmulos e indicios de un petroglifo. De la época tumularia o megalítica están catalogados tres túmulos en la parroquia de Andrade y cuatro en la parroquia de Hombre.[13]​ En estas dos parroquias y en las del resto del municipio existen también varias referencias toponímicas y orales. Hay indicios de la existencia de petroglifos en la llamada "Peña del Gato" en el Coto del Gato de la parroquia de Hombre, junto al cañón del Eume.[14]​ Lo más significativo de la Edad Antigua son los vestigios de la cultura castreña y de la colonización romana. Puentedeume se halla en lo que los romanos llamaban Portus Magnus Artabrorum. En el habitaba el pueblo de los Ártabros, habiendo quien afirma que la ciudad ártabra de Ardóbriga estaba en tierra eumesa, concretamente en la falda del monte Breamo, identificándola con el castro de Centroña.[15]​ Están catalogados un total de seis castros en el municipio.[16]​ El pretor Décimo Junio Bruto, llamado posteriormente "el Galaico" estuvo en tierra eumesa a finales del siglo siglo II a. C., asediando y conquistando los asentamientos ártabros. A partir de ese momento comienza el proceso de romanización, cuya huella marcó profundamente la historia de estas tierras. De la cultura romana se conservan los restos de dos villas romanas a la orilla del mar en Centroña[16]​ y Sopazos.[17]​ Por tierras eumesas pasaba una vía romana secundaria nombrada por Eugenio Carré Aldao.[18]​ Un hallazgo aislado de esta época es la cabeza cuadriforme encontrada en 1924 en las obras de ampliación de la carretera de Puentedeume a Hombre, que se encuentra en el Museo Arqueológico de La Coruña.[19]​ Son los suevos los que, con su pretensión de organizar la iglesia gallega en la segunda mitad del siglo VI, nos proporcionan las menciones más antiguas de los territorios radicados en la comarca eumesa del Pruzos (al sur del Eume) y el Bezoucos (al norte del río) que con el tiempo pasarían a constituirse en arciprestazgos. Entre los años 572 y 583, las iglesias de los territorios mencionados se adscriben a la diócesis de Iria.[20]​ Por los documentos del parroquial suevo y el tomo de Caaveiro, se sabe que en el siglo X la comarca eumesa dependía eclesiásticamente de la diócesis de Bretoña.[20]​ No se puede negar la llegada de los musulmanes a tierra eumesa, aunque permaneciesen por poco tiempo. Los historiadores de los primeros siglos de la reconquista hablan de una batalla ganada a los musulmanes por el rey Fruela I en Pontumio. No hay certeza de su localización; aunque algunos autores lo sitúan en Puentedeume, otros, como Antonio López Ferreiro, lo hacen en la ribera del río Umia y otros en Portugal.[17]​ En 820 durante el reinado de Alfonso II el Casto, el caudillo Abd-el-Kerím, llamado en las crónicas cristianas Alaber, hizo una incursión siguiendo la costa y siempre hacia el norte, atravesó la tierra eumesa y fue derrotado por las tropas de Alfonso II, según todas las posibilidades, en tierra de Trasancos, en el actual Narón. Algunos autores suponen que había asistido el propio rey al combate.[17]​ A mediados del siglo VIII aparecieron los normandos en las costas galegas. Hay constancia de incursiones en tierras eumesas. Después de las primeras acometidas, los habitantes de la costa se retiraron atemorizados hacia el interior, como habían hecho los de La Coruña que se habían refugiado en El Burgo. Es de suponer que Puentedeume, situado en el fondo de la ría, viera entonces, por esta causa, aumentada su población de una forma considerable.[17]​ Al comienzo de la Baja Edad Media, Puentedeume se hallaba en tierras del Condado de Trastámara que abarcaba las tierras comprendidas entre el Tambre y el Sor. Al frente de este condado estaba la Casa de Traba, perteneciente a la familia Froilaz-Pérez. El más destacado fue Pedro Froilaz. Uno de sus hijos, Bermudo Pérez de Traba, fundó el monasterio de Noguerosa en 1148.[21]​ Para protegerse de los señoríos laicos y eclesiásticos, surgieron por mandato real en el siglo XIII los alfoces de Ferrol (con la parroquia de Mugardos), Villalba, Puentedeume y Puentes de García Rodríguez, cuya jurisdicción correspondía exclusivamente al rey.[20]​ Concretamente, Puentedeume obtuvo de Alfonso X el Sabio su Carta-Puebla el 30 de diciembre de 1270, que instaba a los vecinos de Pruzos y Bezoucos a fundar una villa en el lugar de Ponte Deume. Esta se fundó con un amplio alfoz en ambos arciprestazgos, muy fragmentado por motivo de las posesiones eclesiásticas y nobiliarias.[21]​ El rey Alfonso X le concedió a Puentedeume fueros y privilegios confirmados por Fernando IV de León y Castilla y Alfonso XI. Entre los privilegios destacan que tenía permiso para realizar un mercado mensual y el Fuero de Benavente (que le otorgaba poder judicial independiente). Poco más de un siglo duró la independencia de los nobles, pues el 19 de diciembre de 1371 el rey Enrique de Trastámara concedió a Fernán Pérez de Andrade el Bueno los señoríos de Puentedeume y Ferrol y dos años más tarde, el 3 de agosto de 1373, el de Villalba.[22]​ Simultáneamente le había concedido a García Rodríguez el señorío de Puentes. De este modo desaparecieron los señoríos reales que había en la comarca.[23]​ Fernán Pérez de Andrade, el Bueno inicia el linaje de la Casa de Andrade que gobernará Puentedeume hasta el final de la Edad Media. Hubo un total de ocho señores de Puentedeume hasta la fusión en el siglo XVI de la Casa de Andrade con la Casa de Lemos.[22]​ Durante estos 200 años los Señores tuvieron que hacer frente a dos levantamientos protagonizados por Roi Xordo durante el mandato de Nuno Freire de Andrade, el Malo; y Alfonso de Lanzós en tiempos de Fernán Pérez de Andrade el Mozo, dentro de las revueltas irmandiñas. Entre ambos hechos cabe destacar la protesta de Pedro Padrón, vecino de Ferrol, hacia el rey por los abusos y arbitrariedades que su villa sufría por parte de Pedro Fernández de Andrade II.[22]​ El octavo señor de Puentedeume, Fernando de Andrade, fue nombrado primer Conde de Andrade.[22]​ A la muerte de Fernando de Andrade en 1540, lo sucedió su nieto Pedro Fernández de Castro Andrade, que juntó en su persona los condados de Andrade y Lemos.[22]​ A partir de ese momento, los condes dejaron de residir en la villa, lo que supuso la pérdida de su mecenazgo y de su protección. Los nuevos condes nombraban contadores, mayordomos de rentas y posteriormente administradores, para velar por sus intereses en la villa, que pocas veces visitaban.[24]​ La villa y su alfoz estaban gobernados por dos alcaldes, uno mayor y otro ordinario, al que correspondía el gobierno económico y político, y seis o siete regidores vitalicios. Estos cargos eran nombrados por el conde. Las reuniones de la Corporación eran convocadas por el alcalde ordinario pero presidía el alcalde mayor, representante del conde y con voto decisivo.[24]​ Algunos de estos alcaldes y regidores son recordados hoy en día por haber sido benefactores de la villa. Así, en el siglo XVI Alonso Mancebo dejó una parte de su capital para dar de comer a los pobres y remediar sus necesidades. La Fundación de Mancebo tuvo larga vida, llegando casi hasta nuestros días. Con el paso del tiempo, el Estado se hizo cargo de la fundación que se fue desvaneciendo, non quedando de ella más que el recuerdo.[25]​ En este mismo siglo XVI, el regidor Juan Beltrán de Anido dejó instaurada una Cátedra de Latinidad para dar instrucción a los mozos de la villa. Se estableció esta cátedra en la casa que habitaba el mismo Beltrán de Anido y que posteriormente pasó a ocupar la Biblioteca Municipal. Además de la casa, dejó todos sus bienes para la mencionada institución. De sus aulas salieron eumeses ilustres, siendo el personaje más destacado el arzobispo de Santiago, Bartolomé Rajoy y Losada.[26]​ En esta época histórica, el ayuntamiento estaba administrativamente encuadrado en la provincia de Betanzos desde finales del siglo XV, y así estuvo hasta la reestructuración provincial de 1833, año en que pasó a formar parte de la provincia de La Coruña.[24]​ Dos enormes incendios (en 1533 y en 1607) destruyeron la villa casi por completo. En la década de los 60 del 1800 se acometen las más importantes obras de infraestructura. Se inaugura el alumbrado público, se coloca el baldosado de los soportales de la calle Real, llega la luz eléctrica y se inaugura el actual puerto. En 1867 finalizaron las obras del puente que llegó a nuestros días. Los condes tenían en un estado de completo olvido a la villa de Puentedeume, sin preocuparse por el bienestar de sus vecinos y sin visitarla apenas. En contraste, gozaban de una serie de propiedades, prebendas y prerrogativas que les suponían una fuente de ingresos muy sustancial. No resulta extraño pues, que fueran frecuentes los litigios entre la villa y el conde. Hubo desencuentros por las cárceles, los hornos del conde, el privilegio de la venda del vino en junio, la plaza del pescado, el mesón, etc.[27]​ Así las cosas, tuvo que ser un hijo de la villa, el arzobispo de Santiago, Bartolomé Rajoy y Losada, quien se preocupara de mejorar algunos aspectos y promoviera obras para la comunidad. A él se deben la iglesia parroquial, las lonjas de los marineros, el pazo de Rajoy, las escuelas de niños y niñas, la ermita de Covés y el arreglo del convento de San Agustín.[28]​ A comienzos del siglo XIX, los ingleses trataron conquistar la estratégica plaza militar de Ferrol. En uno de sus intentos, en 1804, la escuadra inglesa estuvo fondeada en la ría de Ares. En los arenales de Puentedeume fondearon algunos buques menores de la flota.[29]​ Durante la guerra de Independencia estuvo acampado en Puentedeume un escuadrón de caballería a las órdenes del teniente coronel Bédat desde el 20 de enero hasta el 2 de febrero de 1809, cometiendo varios excesos. También está constatado el paso por Puentedeume del Batallón Literario de Santiago. Aparece esta noticia en un Diario de Campaña publicado en la obra Britanos y Galos de Tettamancy.[29]​ En julio de 1823 habían vuelto a pasar por Puentedeume, camino de Ferrol, las tropas francesas. Eran dos batallones pertenecientes a los Cien Mil Hijos de San Luis, que habían entrado en España al mando del duque de Angulema con el fin de reinstaurar el absolutismo de Fernando VII, y que entraron en Ferrol el 15 de julio.[29]​ Durante la primera guerra carlista proliferaron las facciones de uno y otro bando que dejaron triste recuerdo pues eran más patrullas de bandoleros que defensores de una causa. Uno de estos facciosos, Modesto Varela, era natural de Puentedeume y había sido enviado a la cadena de Ceuta.[29]​ El siglo XIX fue pródigo en pronunciamientos de distintos signos políticos. Puentedeume se sumó al pronunciamiento de 1840 contra la regencia de María Cristina de Borbón. En el pronunciamiento de 1843, el militar Manuel Rilo echó de la villa a las tropas fieles al gobierno. El 20 de abril de 1846, el coronel Miguel Solís e Cuetos, quien seis días después sería fusilado en Carral, respondió desde Puentedeume a un requerimiento de los sublevados. En la sublevación republicana de Ferrol en 1872, los insurrectos fueron alcanzados en el lugar del Arenal, en Cabañas, produciéndose un intercambio de disparos en el que cayó muerto un soldado del gobierno que fue enterrado en el cementerio de Puentedeume.[29]​ Desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta la década de 1960, la villa fue capital de partido judicial[30]​ y el distrito electoral de Puentedeume estuvo representado en las Cortes de Madrid por un diputado hasta la dictadura de Primo de Rivera. Algunos de estos diputados son recordados por sus gestiones en algunas obras públicas importantes para la villa. Asimismo, algunas calles eumesas llevan o llevaron el nombre de alguno de ellos. Destacan Frutos Saavedra Meneses, Juan Armada Losada, Marqués de Figueroa, José Lombardero y Franco y Julio Wais Sanmartín.[31]​ En los primeros años del siglo XX cobra importancia en el distrito eumés el Agrarismo, donde destaca la figura del eumés Valeriano Villanueva,[25]​, y el Regionalismo, movimiento político-económico de organización campesina, dirigido a partir de 1907 por Solidaridad Gallega que, con apoyo de las sociedades agrarias, intentará por dos veces, en 1910 y 1918, tener representación en las Cortes de Madrid con la candidatura del abogado y publicista ferrolano Rodrigo Sanz López, intentando acabar con el poder caciquil. Fue derrotado ambas veces por la candidatura del bando conservador, la primera vez por José Lombardero Franco y la segunda por Julio Wais Sanmartín.[32]​ La implantación en 1923 de la dictadura de Primo de Rivera, supuso el fin de la representación en las Cortes de un diputado elegido por el distrito, así como un freno al asociacionismo. Las elecciones municipales que propiciaron la proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril de 1931 tuvieron un desarrollo fraudulento en Puentedeume, donde se llegó a cambiar una urna en Noguerosa. Esto provocó la repetición de los comicios el 31 de mayo, de los que salieron siete consejeros de la coalición ORGA-FRG, cinco del Partido Republicano Radical y tres del PSOE, eligiendo como alcalde a Miguel Regueira Fernández. El nuevo gobierno local tomó medidas de índole social y, junto con los demás municipios de la comarca, reivindicaron una serie de demandas comunes. Todos ellos dimitieron en bloque en el año 1932 para reclamar una solución al conflcito obrero provocado por los despidos en los astilleros ferrolanos de la Sociedad Española de Construcción Naval -SECN-. Durante esos años fueron constantes los enfrentamientos del ayuntamiento con una muy activa derecha católica, incrementados desde la consolidación de la CEDA.[33]​ La revuelta obrera de 1934 contra el giro a la derecha del gobierno nacional, especialmente fuerte en Asturias y Cataluña, tuvo en la comarca una marcada repercusión que provocó algunas muertes y numerosos detenidos, entre los que se hallaban cuatro consejeros de la corporación eumesa. El gobierno del Partido Radical-CEDA nombró delegado gubernamental en Puentedeume a Higinio Fernández Prieto, quien cesó a la corporación municipal el 10 de noviembre y nombró otra progubernamental con José Prado Rivas como alcalde. Esta nueva corporación despidió a tres peones municipales por sus ideas izquierdistas y suspendió las subvenciones del ayuntamiento a los sindicatos locales.[33]​ Con la victoria en febrero de 1936 del Frente Popular, fue nombrado Celestino Sardiña Navarro delegado del gobernador civil para restablecer las corporaciones municipales de la comarca que habían surgido de las elecciones del año 1931. Fueron repuestos muchos de los cargos públicos cesados en 1934 y los partidos políticos nombraron a otros para completar las corporaciones. El 9 de marzo Celestino Sardiña Navarro preside el pleno municipal de Puentedeume en el que nombra a Manuel López Seijo como alcalde.[34]​ Corto sería el mandato del socialista Manuel López Seijo, último alcalde republicano de Puentedeume. El 17 de julio de 1936 se subleva el ejército de África, teniéndose noticia en Puentedeume el mismo día. Al día siguiente, siguiendo instrucciones del Gobierno Civil, se establece un Comité de defensa de la República con personas de los partidos fieles al gobierno republicano y algunos carabineros y vecinos mal armados.[35]​ Este Comité levanta una barricada en el puente del Eume y sitúa un control en Campolongo, pone bajo vigilancia los locales estratégicos y requisa armas. Asimismo, son detenidas varias personas sospechosas de ser simpatizantes de los sublevados.[34]​ A las ocho de la mañana del jueves 23 de julio sale de Ferrol hacia Puentedeume una columna del Regimiento de Artillería, a la que se le unen quince guardias civiles y diez falangistas. Llegan a Puentedeume sobre las once y, luego de un pequeño tiroteo en la barricada del puente, entran en Puentedeume sobre el mediodía sin apenas hallar resistencia. Los defensores de la legalidad republicana intentan escapar por el monte Breamo.[35]​ En los días y semanas posteriores se produjo una fuerte represión. Hubo detenciones y cárcel, paseos o fusilamientos. Los más afortunados fueron condenados a trabajos forzados en el muro de la calle de Porto.[34]​ Otros consiguieron permanecer escondidos o huir hacia el monte, donde se unirían a la resistencia o irían al exilio. Las mujeres eran castigadas con el corte de cabello al rapado.[35]​ Omitiendo casos dudosos y aquellos que fueron asesinados posteriormente, el historiador Bernardo Maiz contabiliza veinticinco vecinos de Puentedeume asesinados entre 1936 y 1939.[33]​ La primera corporación municipal franquista es designada el 28 de julio de 1936 por el Comandante Militar de la villa, siendo elegido presidente de la Comisión Gestora el procurador Jesús Calvo Patiño.[34]​ Durante los primeros años del nuevo régimen muchos de los huidos de la comarca se escondieron en las Fragas del Eume. Con el paso del tiempo, el Partido Comunista los organizó en partidas de guerrilleros que llegaron a cometer diversos golpes y atentados con consecuencias mortales en algunos casos. Su actividad fue menguando con el paso del tiempo debido al acoso continuo de la Guardia Civil. Aun así, el último guerrillero de la Fraga, Pancho, cayó en una emboscada en Hombre el último día de 1954.[36]​ El período franquista estuvo marcado por la figura del alcalde Juan Sarmiento Patiño en cuyo largo mandato, de 1939 a 1970, el municipio sufrió una profunda transformación en todos los sentidos, como reflejan algunas actuaciones de su mandato, entre las que se pueden destacar: la mejora de la red de sumideros, el alumbrado público, la urbanización del barrio de Aguabar, la construcción de viviendas sociales, las escuelas unitarias en las parroquias, el centro sanitario y el mercado municipal.[25]​ Juan Sarmiento sería relevado en la alcaldía por Celestino Sardiña Fernández[37]​ que se mantendría en ella hasta 1987, ya instaurada la democracia en España. Durante su primera etapa de alcalde franquista se conmemoró con diversos actos el Sétimo Centenario de la fundación de Puentedeume y se llevó a cabo la construcción del grupo escolar de la villa al que se le puso el nombre del eumés Couceiro Freijomil. Celestino Sardiña continuó siendo alcalde durante los años de la Transición y los primeros de elecciones democráticas, ganando las dos primeras en las filas de Alianza Popular. En las elecciones de 1987 fue elegido alcalde Belarmino Freire Bujía, del PSOE, quien gobernó durante veinte años, siempre en coalición con distintos partidos.[38]​ Después de más de medio siglo, Puentedeume tenía de nuevo un alcalde socialista. En 2007 accede a la alcaldía Gabriel Torrente Piñeiro del Partido Popular, revalidando en 2011 su mandato con mayoría absoluta.[39]​ Bernardo Fernández del PSdeG-PSOE accedió a la alcaldía en 2015 con mayoría absoluta[40]​, revalidada y aumentada en el 2019.[41]​

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Pontedeume es es un punto de parada El Camino Inglés Tu puedes alcanzar Santiago de Compostela in 4 dias y Muxía in 8 dias.

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